La medicina del campo

Desde los tiempos de griegos y romanos ya se hablaba de los beneficios de vivir en el campo, en contacto con la naturaleza frente a la ajetreada vida en las polis. Tanto era así, que varios filósofos antiguos llegaron a relacionar el campo con lo divino y lo bueno, desterrando así la ciudad al más mísero mal. Esta tendencia de considerar la vida en el campo como lo mejor ha continuado hasta nuestros días pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?


Pues al parecer mucho, pues un último estudio realizado por la Universidad de Michigan ha rebelado que incluso el hecho de dar un simple paseo de una hora por el campo es capaz de reducir los niveles de estrés y aumentar tanto la memoria como la atención en un 20%, incluso si hace mucho frío.

Los investigadores quieren usar este descubrimiento para tratar de ayudar a enfermos de fatiga mental y otras enfermedades provocadas por el estrés y la dificultad de atención. Este tipo de técnicas ya se emplea con los enfermos de cáncer, tras demostrar que el contacto con la naturaleza ayudaba notablemente en la recuperación de los enfermos.

Se sabe también que en un ambiente urbano estimula el organismo, pero parece que es precisamente este estímulo el que consume "recursos" en forma de memoria y atención, mientras que la naturaleza parece tener un claro efecto calmante y regenerativo en los seres humanos. 

Fuente | Vagos

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