Conquistando el Sol con 13 años

Muchos de los grandes descubrimientos científicos de la historia sucedieron de forma accidental. La penicilina, Newton y la famosa manzana que cae del árbol... Y ahora Aidan Dwyer, un niño de tan solo 13 años.

Aidan ha conseguido una fórmula para mejorar el rendimiento de todas las placas fotovoltaícas del mundo entre un 25% y un 50%. La solución la encontró casualmente mientras paseaba por el bosque, donde se dio cuenta de que las ramas sin hojas de los árboles no estaban orientadas al azar, sino que obedecían a un patrón. Aunque este hecho pasa desapercibido para el 99% de las personas, se trata de un fenómeno real, pues desde hace años se sabe que la naturaleza tiende a utilizar la denominada Sucesión de Fibonacci, una serie de números descrita en el siglo XIII por el matemático italiano Leonardo de Pisa. En efecto, desde hace mucho se sabe que la naturaleza utiliza con frecuencia esta serie de números en sus “diseños”, en la que cada término es la suma de los dos anteriores (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34... o Fn = Fn-1 + Fn-2). Desde la distribución de las hojas de una lechuga hasta el número de conejos que podemos esperar tener después de una determinada cantidad de generaciones, pasando por número de individuos existente en cada generación de ancestros de un zángano, pueden explicarse a partir de esta serie.

Así, Aidan decidió aplicar su peculiar descubrimiento a las placas solares para comprobar sí la orientación de las hojas en las plantas dependía de la cantidad de luz que se les aplicaba. Compró dos pequeñas células fotovoltaicas, una de ellas normal y a la otra le aplicó la orientación que él había percibido. ¿El resultado? Paneles solares entre un 25% y un 50% más eficaces que los utilizados actualmente, simplemente con un sencillo cambio en la orientación.

Quizás un genio, quizás pura casualidad, pero lo cierto es que este descubrimiento es uno de los más importantes desde hace años en cuanto a energía solar se refiere...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hawking se comunicará "con la mente"

El ligre: animales sobrenaturales (I)

No duermas o llegarás tarde