Enfriar la Tierra, ¿la solución al calentamiento global?

El efecto invernadero, y más concretamente su efecto sobre la temperatura del planeta se está empezando a convertir en un serio problema para la humanidad. Ya no solo los problemas que está causando en la flora y fauna del planeta (aves que dejan sus rutas migratorias, árboles de hoja caduca que no desechan sus hojas en invierno, etc.), sino también los problemas para el ser humano (largos periodos de sequía, lluvias torrenciales que provocan inundaciones...). Es por eso que los esfuerzos por encontrar una solución se están incrementando, hasta el punto de haber empezado a hallar resultados.

Uno de los experimentos más prometedores, debido en parte a su "facilidad" para ejecutarlo es el promovido por unos investigadores de la Universidad de Manchester y Bristol en comparación con los Laboratorios Sandia, que consiste en el empleo de una partícula que convierte los dióxidos de nitrógeno y azufre en aerosoles que colaboran en la creación de nubes en la atmósfera y que contribuirían al enfriamiento del planeta. La idea sería liberar grandes cantidades de esta partícula, llamada birradical Criegee, y que ella se encargara de contrarrestar los grados de más provocados por la contaminación humana. 

Sin embargo, esta solución no sería efectiva a largo plazo, pues la contaminación seguiría dañando la capa de ozono, tan necesaria para la vida, y podría acabar con la vida en nuestro mundo. No obstante nos daría algunas decenas de años más para completar el cambio de la humanidad a las energías renovables y limpias, cambio muy ralentizado por la crisis económica y que ganando algo de tiempo podría ser mucho más efectivo.